“La mies es mucha y los obreros pocos”

¿Qué opina usted?

Hay muchas personas que se dan cuenta y ven con sus propios ojos lo siguiente. En las iglesias protestantes, hay orden, silencio, amistad, responsabilidad, cumplimiento de sus deberes con Dios y con los hermanos. Las mujeres, se visten con vestidos largos y parecen muy prudentes. Los protestantes leen la Biblia, oran en familia y en comunidad, dejan los vicios, se apartan de adulterar y viven como unos buenos hermanos.

En la iglesia católica, difícilmente te saludan, en especial los líderes. Los católicos se ven como extraños, pues como extraños viven en la iglesia. Nadie se conoce y si se saludan, es para quedar bien unos con otros. Los católicos oran solo en las desgracias. Los católicos están divididos en todo. Los católicos no leen la Biblia. Los católicos no oran en familia, al menos la gran mayoría. Los católicos no son libres de opinión en sus ministerios y deben siempre quedar bien con sus líderes, o sacerdotes, aunque estos estén corrompidos.

Los católicos son parranderos, siguen las modas paganas y asistir a Misa es solo tradición cultural de un país católico.

En las misas gritan y lloran los niños a lo desesperado y los celulares trompetean como banda de viento, los sacramentos los reciben por cultura, no por amor a Cristo, y no por que sepan lo que hacen. A los sacerdotes, no les interesa el silencio y el respeto a Cristo; pero imparten sacramentos como dulcecillos aventados al aire.

En definitiva, los protestantes, tienen y hacen muchas cosas que los católicos no tienen y no hacen; pero sin Dios. Más, sin embargo, los católicos tienen a Dios en el sacramento de la eucaristía, sacramento instituido por Dios, en Cristo nuestro Señor; pero no viven en Cristo y son todo un desorden y corrupción en toda la iglesia. ¿Si los católicos no obedecen a Cristo y ni son fieles a Dios, sino solo a sus placeres, honores y desordenes; y si los protestantes son más responsables y ordenados, pero sin Dios, entonces ¿quién podrá salvarse?

Porque todos proclaman a Dios, pero ninguno lo obedece. Pues Cristo afirmó, que él estaría con su iglesia hasta el fin de los tiempos; pero no con todas las iglesias que él no formó. Porque, aunque todos proclaman a Cristo, no todos fueron reunidos por Cristo y ni a todos se les dio las llaves del cielo para desatar o atar (perdonar pecados) aquí en la tierra; pero solo a Pedro o al Papa de la Santa iglesia católica, según lo estipulado en las sagradas escrituras y en la tradición.

¡Qué ironía! Los católicos tienen lo que a los protestantes les falta, y los protestantes tienen lo que a los católicos les falta.

Evidentemente, el sistema político de la santa iglesia católica, es un desastre y es una rebeldía contra Cristo y nuestro padre celestial. Los católicos abandonan o desertan del catolicismo, buscando una iglesia ordenada, fuera de la misma iglesia católica, apostólica y Romana.

A decir verdad, prácticamente, de la santa iglesia católica, hay demasiada leña para seguir formando más sectas protestantes. ¡Que desilusión!

¿No sería mejor que de una buena vez nos pusiéramos las pilas y les jaláramos las orejas a todos los necios sacerdotes y obispos corruptos de la iglesia? Porque evidentemente, el sacerdocio ha abandonado la práctica de la santidad. Ahora viven en lujos y placeres. Ahora ya la humildad no tiene que ver en nada con el despojo de los bienes materiales, pero más bien con la abundancia de bienes y honores materiales. Ahora, humildad es solo juntar las manos, para orar al cielo y aparentar una cara humilde y una pobreza ficticia.

¿No será que los sacerdotes y obispos se la pasan contando las pacas de dinero que colectan durante las misas, quinceañeras y funerales? Pero el rebaño lo tienen completamente abandonado.

¡Hay que seguir orando a Dios, para que envíe más obreros a su mies; porque nuestros sacerdotes, ¡ya están muy ocupados contando el dinero de los fieles! (Lucas 10, 2-3)

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