¡¿Sabía usted que…?!
Parte 3 de 4:
Sabía usted, que, en nuestra comunidad, ya desde hace muchos años, tenemos un dicho, cuando los papás traen a sus bebés indisciplinados, para llorar en las misas, decimos, “Niños, controlen a sus papás”, porque obviamente, los papás no entienden más que un bebé. Pero en esta parroquia, hasta los gritos de los bebés, son exageradamente escandalosos, que inclusive el coro no puede entonar sus cantos, por el exceso de llantos y alaridos de bebés.
Sabía usted, que Cristo dijo, dejad que los niños vengan hacia mí. Pero, cuando Cristo dijo esto, aun no era el sacrificio de su muerte; sino que Cristo dio una bendición a los niños, para reprender a los necios sacerdotes de su tiempo, los cuales no confiaban en El. Los sacerdotes de su tiempo, eran unos corruptos y Cristo los condenó a todos. Así que ahora cualquier católico, le da la interpretación que le convenga a esta cita de las escrituras; pero en especial el sacerdocio, quien últimamente, le conviene interpretar las escrituras a su conveniencia, engañando a las multitudes. ¡Como que yo, Jesé Retoño, no oigo los sermones y errores que predican nuestros sacerdotes! Pero esta cita bíblica, no quiere decir nada de eso, nada de que, en Misa, pueden los niños gritar, llorar en exageración y mucho menos que los padres les den papitas fritas y hamburguesas. Pero, me he quedado corto, pues hasta les traen todo el equipo de juguetes, aviones, trenecitos, etc., etc., sin contarles otras cosas.
Parece ser que a los católicos les encantan las fiestas, y no conocen la diferencia entre una biblioteca pública, una Misa, y una fiesta pagana. En una biblioteca se guarda silencio y todos están conscientes; pero en una Misa, la inconsciencia brota de repente, se suelta la música, celulares y los gritos de bebés a todo volumen, tal como en una fiesta pagana. ¡Porque Misa, no es ninguna fiesta pagana!
Por lo que, nuestros sacerdotes, no están cumpliendo con su obligación sacerdotal, ante Cristo. En ves de instruir a las multitudes, por lo sagrado del santo sacrificio de la fracción del pan, por el contrario, les aplauden sus gritos y desordenes. Aquí estoy generalizando, por que esta es la realidad.
Las escrituras, nos enseñan que hay que dar honor a quien honor merece. Nuestra sociedad nos inculca que hay que reír cuando se debe de reír, cantar cuando se debe de cantar, llorar si hay que llorar, estudiar si hay que estudiar, silencio si hay que guardar silencio. En Misa, el silencio es una prioridad, que no se respeta. En Misa, orar y adorar a Dios es esencial; más no hay espacio para gritos y cuidados de niños, durante este momento sagrado de nuestra redención. Más sin embargo, siempre se desobedece a Dios. Sí, claro, la familia entera debe venir a Misa, pero siempre respetando a Cristo y a la comunidad orante. Si usted no puede orar y va a cuidar bebés, lo más recomendable, sería buscar ayuda de una cuidadora de niños, para que usted pueda entrar en oración y respetar a los que vienen a Misa a orar.
Sabía usted que, los católicos, les encanta muchas veces, atacar a nuestros hermanos protestantes, pero ellos no se fijan en el terrible tronco que llevan metido en el ojo. Dice el Señor Jesús: ¿Como puedes decirle a tu propio hermano, déjame sacarte la brizna que hay en tu ojo, no viendo la viga que hay en el tuyo? (Lucas 6, 40-42). La ignorancia del evangelio y la vida pagana de los católicos, ha llevado a toda la iglesia a una completa desevangelización global, pero el sacerdocio no quiere entender esta situación. Los católicos líderes, prefieren enderezar a los demás y ellos seguir como siempre, sin cambiar.
Continuación…
Ver Tambien:
Necedad en la Iglesia (Parte 1 de 4)
Necedad en la Iglesia (Parte 2 de 4)
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